El autocontrol y la impulsividad infantil
Roxana Seguel Carrillo Jardín Infantil "Tortuguita Marina"
20/10/201410 Consejos Prácticos para enseñar el autocontrol de la conducta y la reducción de los impulsos.
Es común que los niños y niñas actúen por impulsos, mostrando dificultades para controlar los mismos, sin reflexionar y sin comprender las posibles consecuencias de sus actos.
Es importante prestar atención a las conductas impulsivas y comprobar si esta impulsividad es la normal y adecuada a su desarrollo o por el contrario se trata de algún otro problema. Es aconsejable que acudir a un médico y/o especialista en caso de duda. Si este repertorio conductual se mantiene y se generaliza, puede extenderse a la edad adulta aportando importantes repercusiones negativas. Por ello es importante, aun dentro de la normalidad, educar estas conductas para evitar que sean adultos impulsivos.
¿Por qué los niños y niñas son impulsivos?
La conducta impulsiva entra dentro del repertorio habitual de comportamiento de los niños y niñas pequeños, es característico de los 2 a los 6 años de edad.
Están en una etapa de desarrollo que presenta varias características que explican por qué actúan por impulsos:
- En primer lugar están adquiriendo la noción del tiempo, viven el aquí y el ahora; esto hace que no conciban esperar y sean impacientes.
- Por otro lado están ensayando conductas y formas de actuar, experimentando determinados actos sin reflexionar, su aprendizaje se basa en el ensayo error.
- Y finalmente, el egocentrismo definido por Piaget como principal característica de su pensamiento, les lleva a esperar que el otro cumpla todas sus expectativas y deseos, si se les limita o contraria sienten una frustración insoportable que amenaza su autoestima y les hace actuar con impulsos.
Estas características se deben ir modificando en torno a los 6-7 años de edad, cuando el niño entra en una nueva etapa de desarrollo.
10 Consejos prácticos para enseñar a los pequeños el autocontrol.
Cuando un niño/a tiene dificultades para controlar sus impulsos, educarle para ello es muy importante, puesto que no se trata de que el niño/a no pueda, sino de que no sabe cómo hacerlo. Es fundamental seguir unas pautas claves y emplear determinadas técnicas que puedan ayudar al pequeño a aprender cómo controlar sus impulsos.
- Entrena en auto instrucciones al niño/a. Las auto instrucciones consisten en un diálogo con uno mismo, donde el niño/a se irá dando instrucciones a si mismo de cómo actuar. Puedes dar un guión al pequeño y mostrarle cómo se hace. Me voy a calmar, primero respiro, luego pienso, no hago nada.
- Emplea el modelado de conducta. El modelado consiste en hacer nosotros de modelo de conducta, para ello podemos ejemplificar situaciones y hacer nosotros de modelo de cómo se debe actuar en esas situaciones determinadas.
- Monitoreo o guía de respuesta. En este caso, nosotros le daremos las instrucciones al pequeño y como un monitor le iremos guiando en su actuación, hasta que poco a poco pueda hacerlo por sí mismo.
- Técnicas de autocontrol. Existen diferentes técnicas de autocontrol que puedes mostrar al pequeño, le ayudaran a relajarse y controlarse, como la técnica de la tortuga o el juego del semáforo, ejercicios de respiración, etc.
- Estrategias de solución de problemas es importante mostrar al niño/a estrategias para solucionar los problemas desde la reflexión y la calma, ya que de esta forma se llega a una solución constructiva del problema.
- Establece normas claras y concisas. Es importante que el pequeño conozca las normas y sea consciente de las consecuencias de sus actos.
- Establece límites. El niño/a debe saber lo que puede y no puede hacer, de esta forma sabrá qué conductas puede llevar a cabo y cuáles no.
- No cedas ante las rabietas. Ante una rabieta, el niño/a reaccionará de forma impulsiva, no debemos reforzar este tipo de conducta, ya que si lo hacemos el pequeño aprenderá el mensaje de que así consigue lo que quiere.
- Refuerza sus logros. Cuando el pequeño consiga dominarse y controlar sus impulsos es fundamental que le muestres que te has dado cuenta y que lo valoras.
10. Supervísale. Recuérdale cómo debe actuar, y las técnicas que han practicado.
Celia Rodríguez Ruiz
Psicóloga y Pedagoga
@Celia_RodrigRu