Comportamiento agresivo en el preescolar
Roxana Seguel Carrillo
06/08/2013Los niños experimentan desde muy temprana edad o en la etapa preescolar, sentimientos de ira, cólera y frustración.Estos son disparados por celos, alimentación inapropiada o porque sienten que se ha sido injusto con ellos.En la etapa preescolar empieza esta conducta cuando los niños se ven envueltos en peleas, puñetazos, mordiscos o empujones, entonces, es aquí donde nos damos cuenta que la edad de la agresión ha comenzado.
En la etapa preescolar desde los dos años y medio hasta los cinco años, corresponde a las primeras etapas de la agresión y esta se manifiesta como una lucha por los juguetes o el dominio del espacio que ellos consideran como exclusivo.En esa interacción agresiva van estableciéndose jerarquías y eso origina que no todas las peleas sean libradas, ya que ellos toman consciencia de quien las ganaría.
Los niños van creciendo y poco a poco van tomando consciencia de que están más fuertes y que pueden causar un daño físico real a los demás. Es entonces que a la par que están desarrollando el lenguaje recurren a los insultos y las peleas, cambian de finalidad desde la lucha por los juguetes hacia una lucha por un estatus.
A partir de los seis o siete años la conducta agresiva va disminuyendo y es muy frecuente que la conducta agresiva haya disminuido muchísimo, sin embargo,no todos los niños controlan la agresión volviéndose más destructivos y esto podría tornarse peligroso.
Qué hacer ante estas conductas agresivas
Los padres deben darse cuenta que tanto los niños como los adultos experimentamos agresión, la diferencia es que el adulto posee autocontrol para canalizar esta.Se debe identificar qué cosa o circunstancia es la que provoca la conducta agresiva de este modo evitarla.
Es bueno poner en práctica el BREAK, que es sacar al niño inmediatamente cuando ha mostrado una actitud o conducta agresiva, hacia un lugar o habitación tranquila por un tiempo corto. Según investigaciones este tiempo es de un minuto por año de edad, para que se serene y conversar sobre lo ocurrido.
No le pegue al niño, esto puede ser una solución al corto plazo, pero, a la larga la agresión se refuerza, ya que los niños asimilan que la idea que golpear está bien.
Establezcamos Reglas muy claras y concisas como por ejjemplo, que no debe pegar ya que eso causa daño y dolor.
Expliquemos las razones de un castigo, los niños necesitan mucho esto, pero sea justo y equitativo con el castigo y hágale presente que habrán castigos si el repite la conducta agresiva.
Enséñeles maneras aceptables de expresar su ira, tales como que puedan recurrir a Ud. cada vez que experimenten este tipo de sentimientos, en ese caso muéstrese acsequible y dispuesto a escucharlo y ayudarlo hasta que se serene y pueda retomar el control.
Recompensemos en los niños la conducta no agresiva pasando más tiempo juntos o realizando actividades conjuntas.Reduzcamos el tiempo que pasan los niños con otros que muestran conductas agresivas.
Controlemos el tipo de programas de televisión que ellos suelen ver, o los video juegos que utilizan, es importante limitar los ejemplos de violencia a la cual están expuestos.Hable con ellos, si los niños están en preescolar y tienen de cuatro a cinco años pueden entender perfectamente, explíqueles que los sentimientos de ira o cólera son hasta cierto punto normales, pero que existen métodos alternativos de descargarlas, como por ejemplo golpear una almohada.
Si Ud. observa con frecuenciaenel niño ataques de ira muy intensa o pataletas descontroladas, es momento de recurrir a una ayuda profesional especializada.Manténgase sereno, así con su ejemplo le enseñará que es bueno tener control y que hay mucha felicidad en ello.Los niños pueden sentirse culpables cuando agreden.
Es bueno no alimentar este sentimiento de culpa, ya que, puede ocasionar ansiedad y dificultar su aprendizaje sobre como moderar.
Consejos para recordar:
- Recuerde las reglas a los niños cada vez que jueguen con los demás.
- Alabe y preste atención a los niños cuando juegan amablemente entre ellos.
- Ayude a los niños a resolver los problemas antes de que haya una pelea.
- Dígales qué hacer; y los comportamientos que desea ver.
- Los niños no deben presenciar peleas en el hogar, en el televisor, o en los juegos de video.